Cascina Rosa fue reestructurada en el tiempo tratando de respetar su arquitectura tradicional, creando algunas habitaciones de esencial simplicidad, sin embargo confortables y espaciosas. Ademàs, para quien quisiera transcurrir dìas en absoluto "otium", el amplio jardìn con gazebo y amàcas ofrece un escorzo encantador de Monferrato, una piscina en la que encontrar alivio en los momentos de gran calor veraniego y un barbecue para parallidas entre amigos.El clima de este lugar es sereno e informal, ideal para quien tiene necesidad de relajarse en el silencio y en la paz de un lugar tranquilo con la posibilidad de una total inmersiòn en la naturaleza, sin embargo no demasiado lejos desde las principales ciudades (1 hora y 15 minutos aproximadamente desde Milàn y Genova, menos de una hora desde Turìn...)